He decidido denominar al escribir como el placer de despedazar el alma, suena bastante drástico, sin embargo creo que es una de las descripciones más acertadas que puedo hacer para el acto de escribir los propios pensamientos.
Cuando se escribe es posible ver un reflejo del alma en las letras mientras las plasmas, las ideas que eran etéreas ahora tienen forma y estructura ante tus ojos, es como si pudieras tomar un pedazo de tu ser, tu esencia, tu alma y congelarle en el tiempo, una sensación placentera porque permite un acercamiento con la persona más elusiva, el propio ser.
Más intenso aún es el poder reconectar tu ser actual con aquellos que han dejado de existir para evolucionar;sin embargo es fácil perderse durante el dinamismo que representa la vida misma, es por ello que siento placer al dejar pequeños trozos de mi alma que puedan guiarme cada que me sienta perdido en el sendero que me ha tocado caminar.
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