lunes, 21 de marzo de 2016

El placer de despedazar el alma

He decidido denominar al escribir  como el placer de despedazar el alma,  suena bastante  drástico,  sin embargo  creo que es una de las descripciones más acertadas que puedo hacer para el acto de escribir los propios pensamientos.

Cuando se escribe es posible  ver un reflejo del alma en las letras mientras las plasmas, las ideas que eran etéreas ahora tienen forma y estructura  ante tus ojos,  es como si pudieras  tomar un pedazo  de tu ser,  tu esencia,  tu alma y congelarle en el tiempo, una sensación  placentera porque  permite un acercamiento  con la persona  más elusiva, el propio ser.

Más intenso aún es el poder reconectar tu ser actual con aquellos que han dejado de existir  para evolucionar;sin embargo  es fácil perderse durante el dinamismo que representa la vida misma, es por ello que siento placer al dejar pequeños  trozos de mi alma que puedan guiarme cada que me sienta perdido en el sendero que me ha tocado caminar.

viernes, 11 de marzo de 2016

Resultados

Después de un poco de experimentar,  he podido  llegar a una respuesta,  es verdad que me forzo dentro de la vida de quienes considero valiosos,  pero al final,  creo que esto no es del todo malo,  la gente se abruma fácilmente  con lo que tiene delante de sus ojos y termina por olvidar lo que hay dentro de su corazón,  por tanto,  he decidido  que si para que  aquellos que considero las estrellas del firmamento que llamó mi vida, sigan brillando como hasta hoy, ha de suponer un esfuerzo  constante de mi parte,  así ha de ser.  

jueves, 10 de marzo de 2016

Probando la teoría

He decidido  poner a prueba  la teoría del ser indeseable, dejare de conectar a mis contactos por unos días,  a ver si alguien  decide contactarme...  De tener razón,  pondré  a evaluación si cale la pena seguir así

martes, 8 de marzo de 2016

La soledad de un ser indeseable

El autodescubrimiento es una experiencia compleja, llena de retos, alegrías y amargas verdades, es una de estas con la que me enfrenté recientemente; irónicamente durante una victoria, cosa poco común en mi experiencia ya que generalmente los momentos de mayor introspección durante mi vida han sido aquellos de gran dolor.

Comenzaré por la victoria,  decidí correr un reto llamado tough mudder,  consiste en un recorrido  de 18 km con pruebas  estilo militar a lo largo de todo el recorrido, esta fue la primera vez que hago algo similar,  fue una experiencia única, llena de esfuerzo, dolor, sudor,  pero también  de alegrías, satisfacción y compañerismo, realmente el terminar fue para mi una enorme satisfacción, una victoria sobre mi mismo, que hace unos años no habría ni siquiera  intentado.

Dicho esto, una victoria  de esas características me causó una emoción enorme, extrañamente no fue euforia (ahora que lo pienso probablemente fuese por el cansancio), solo una enorme alegría y satisfacción, unas ganas de celebrar haberlo logrado, desafortunadamente mis compañeros con quienes realicé el reto tenían compromisos que atender, esto me llevó a buscar alguien con quien compartir el momento, sin embargo, me encontré con la realidad de estar solo, mis amigos  más cercanos están lejos, mi mejor amiga estaba ocupada ese día, simplemente me quedé solo; la soledad nunca me ha molestado en realidad pero es distinto escoger la soledad que verte atrapado en la misma.

Es entonces cuando comenzó la introspección, a lo largo de mi vida,  las relaciones  interpersonales que he sido  capaz de establecer fuera de las actividades diarias obligatorias como lo es la escuela o trabajo, han sido muy pocas y más curioso aún es el hecho de que en su mayoría han sido con las personas que aún puedo llamar amigos, es por esto mismo que casi no cuento con amigos  fuera del ámbito de ingeniería (soy un caso cliché), creo que desde niño lo supe, siempre me identifique y admire a los personajes “nerds” los clásicos objetos de bullying en las películas  que al final usan su conocimiento para salir adelante, pero regresando al tema,  me di cuenta que en mis amistades  suelo ser yo quien busca mantener  el contacto constante, si dejo de insistir, simplemente las conversaciones dejan de ocurrir y vuelvo a saber de ellos hasta que los vuelo a buscar,  esto me causó  intriga y comencé a analizar mis relaciones  de conocidos,  no de amistad,  es decir, compañeros  de trabajo  por ejemplo,  es común que los compañeros de  trabajo se reúnan fuera  del horario  de trabajo  en distintas formas,  reuniones  en casas,  cumpleaños,  bodas,  etc,  lo más curioso  es que si soy yo quien organiza algún evento  si cuento con la presencia de varios de ellos,  esto me hizo concluir que soy una persona indeseable  más no molesta o intolerable…

Desde ese momento  he estado dándole vueltas  al asunto y hasta ahora solo he podido  concluir que a pesar de mi autoproclamada antisocialidad,  en el fondo, soy un ser social… y aunque mi vida me sumerge en la soledad  de vez en cuando,  siempre  estarán las letras para escuchar el reflejo  de mi alma…